CARTA ABIERTA AL GOBIERNO Y LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS PARA LA PROTECCIÓN DEL PERSONAL SANITARIO Y EL PERSONAL EN RESIDENCIAS

noticia Colegio de Medicos Murcia
 
La Organización Médica Colegial, el Consejo General de Enfermería, la Asociación de Enfermería Comunitaria, la Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria, Médicos Sin Fronteras, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica, la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria reconocemos la gravedad del contexto en la pandemiaglobal en la que nos encontramos y valoramos las medidas adoptadas por lasautoridades, tanto a nivel estatal como autonómico, para garantizar la debida seguridad del personal sanitario y no sanitario frente a ella.
Sin embargo, continuamos enormemente preocupados por determinados aspectos que, entrando en la novena semana de la pandemia, y ante un escenario de desescalada, deben resolverse y atenderse sin demora.
España es el país que reporta una mayor incidencia de profesionales sanitarios ysociosanitarios contagiados en Europa por la COVID-19. A fecha de 15 de mayo, hay50.455 sanitarios infectados entre trabajadores en hospitales y centros de Atención Primaria, lo que supone una tasa superior al 21% del total de casos confirmados.
Mediante datos acumulativos de la prensa se estima que al menos hay 76 fallecidosentre trabajadores en hospitales y centros de Atención Primaria.
Esta cifras excluyen el personal de las residencias que habiendo sufrido la mayor mortalidad no están reflejados con datos públicos. También estas cifra excluye alos farmacéuticos cuyo datos sumarian al menos otra decena de fallecidos. Sí se tiene el detalle de los 76 fallecidos por categoría: Médicos (55), enfermeros(4), Auxiliar de enfermería (7), Personal de ambulancia (2), Celadores (4), Personal de limpiezasanitaria (3), y Dentistas (1).
Los contagios entre sanitarios no disminuirán si continúa habiendo escasez deequipos de protección adecuados en número y en calidad, y éstos continúan siendo insuficientes, en particular para el personal sanitario en centros de Atención Primaria y en las residencias incluyendo al personal no sanitario con impacto directo en el control de infección en la ecuación como por ejemplo el personal de limpieza.
En la actualidad, el mayor foco de transmisión y mortalidad parece estar localizado enlas residencias estando la falta de EPI adecuados en la base de muchos de estos contagios y mortalidad, así como de la necesidad de un mayor apoyo en formación y supervisión para su correcto uso y un aumento de recursos humanos. Tras la experiencia directa de intervención de los equipos móviles de Médicos Sin Fronteras (MSF), en más de 400 residencias de ancianos en diversas Comunidades Autónomas (Andalucía, Castilla y León, Cataluña, Madrid y País Vasco), hemos evidenciado varios fallos básicos en uno de los principales focos de transmisión en el país.
La Atención Primaria de Salud será quién realice la identificación de los centrossociales en su zona básica de salud (residencias de mayores, de menores, depersonas con discapacidad, etc.), la vigilancia de estos centros y el apoyo sanitario, así como las visitas domiciliarias.
Por todo ello, es imprescindible dotarle de losmedios adecuados con la preparación de una respuesta temprana para un posible rebrote y, en especial, un plan de movilización de personal efectivo y proporcional a las necesidades de los residentes para unos cuidados de calidad y un trato digno en recursos personales y materiales de protección.
Por consiguiente, las organizaciones firmantes recomiendan al Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas de manera urgente:
 Ofrecer datos públicos desglosados del personal contagiado y fallecido disgregado por sexo, categoría laboral y por tipo de centro donde desarrolla su trabajo (hospitales, Atención Primaria incluyendo domicilios, residencias).
 Garantizar que con la desescalada no se dejará desatendida la distribuciónde equipos de protección individual (EPI), en cantidad y calidad suficiente, yestos serán adaptados a cada servicio. Reforzando en particular los servicios o actividades que en la actualidad no tienen suficientes EPI como centros de salud, visitas domiciliarias, residencias de mayores, personal de farmacia, personal de la limpieza en centros cerrados, para así reducir el porcentaje de contagiados entre personal y la trasmisión de estos a los pacientes y su propio entorno familiar.
 Asegurar el acceso a PCR, accesible desde atención primaria, para todo elpersonal sanitario y sociosanitario. La no realización de las pruebas dedetección puede encubrir situaciones en las que profesionales de la salud contagiados pero asintomáticos continúen trabajando, constituyendo un riesgo de convertirse en vectores de propagación del virus entre sus compañeros, pacientes y familiares.
 Reforzar el número de recursos humanos disponibles y formados para laatención en hospitales, centros de salud, centros socio sanitarios y en lasresidencias. En estas últimas en particular, el ratio de personal por número deresidentes continúa siendo insuficiente, y esta deficiencia está poniendo en aquellas nuevas tareas para hacer frente de manera efectiva al Covid-19, como la desinfección y adaptación de trabajadores y residentes a los circuitos y zonificación o la utilización adecuada de equipos de protección. Ello contribuye a mantener las residencies como un foco de infección cruzada continuo.
 Proporcionar los recursos necesarios para la gestión geriátrica a AtenciónPrimaria, dado que en estos equipos, junto con los de las residencias, descansa el trato digno y los cuidados de calidad, y el control y prevención de infecciones. Asimismo, Atención Primaria realizará tanto la identificación de los centros sociales en su zona básica de salud (como las residencias de mayores), como la vigilancia de estos centros y el apoyo sanitario, así como las visitas domiciliarias.
 En el caso del personal sanitario que trabaja en residencias, la calidad del cuidado que dispensen a los mayores es literalmente de vida o muerte. Es necesario reforzar los cuidados dignos por el personal competente (y con recursos) ya sea para el debido acceso a los servicios de derivación o tratamiento compasivo, siempre de calidad. Hay que humanizar la respuesta: acompañar, dignificar.
Somos conscientes de la dificultad, los inmensos retos y el compromiso que requiere dar una respuesta eficaz frente a la COVID-19. Ahora más que nunca, debemos asegurarnos que el personal que nos cuida está suficientemente protegido para hacer frente a la pandemia.
Información publicada el 25 de mayo de 2020

La Organización Médica Colegial, el Consejo General de Enfermería, la Asociación de Enfermería Comunitaria, la Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria, Médicos Sin Fronteras, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica, la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria reconocemos la gravedad del contexto en la pandemiaglobal en la que nos encontramos y valoramos las medidas adoptadas por las autoridades, tanto a nivel estatal como autonómico, para garantizar la debida seguridad del personal sanitario y no sanitario frente a ella.


Sin embargo, continuamos enormemente preocupados por determinados aspectos que, entrando en la novena semana de la pandemia, y ante un escenario de desescalada, deben resolverse y atenderse sin demora.


España es el país que reporta una mayor incidencia de profesionales sanitarios ysociosanitarios contagiados en Europa por la COVID19. A fecha de 15 de mayo, hay 50.455 sanitarios infectados entre trabajadores en hospitales y centros de Atención Primaria, lo que supone una tasa superior al 21 por ciento del total de casos confirmados.


Mediante datos acumulativos de la prensa se estima que al menos hay 76 fallecidos entre trabajadores en hospitales y centros de Atención Primaria.


Esta cifras excluyen el personal de las residencias que habiendo sufrido la mayor mortalidad no están reflejados con datos públicos. También estas cifra excluye alos farmacéuticos cuyo datos sumarian al menos otra decena de fallecidos. Sí se tiene el detalle de los 76 fallecidos por categoría: Médicos (55), enfermeros(4), Auxiliar de enfermería (7), Personal de ambulancia (2), Celadores (4), Personal de limpiezasanitaria (3), y Dentistas (1).


Los contagios entre sanitarios no disminuirán si continúa habiendo escasez deequipos de protección adecuados en número y en calidad, y éstos continúan siendo insuficientes, en particular para el personal sanitario en centros de Atención Primaria y en las residencias incluyendo al personal no sanitario con impacto directo en el control de infección en la ecuación como por ejemplo el personal de limpieza.


En la actualidad, el mayor foco de transmisión y mortalidad parece estar localizado enlas residencias estando la falta de EPI adecuados en la base de muchos de estos contagios y mortalidad, así como de la necesidad de un mayor apoyo en formación y supervisión para su correcto uso y un aumento de recursos humanos. Tras la experiencia directa de intervención de los equipos móviles de Médicos Sin Fronteras (MSF), en más de 400 residencias de ancianos en diversas Comunidades Autónomas (Andalucía, Castilla y León, Cataluña, Madrid y País Vasco), hemos evidenciado varios fallos básicos en uno de los principales focos de transmisión en el país.


La Atención Primaria de Salud será quién realice la identificación de los centrossociales en su zona básica de salud (residencias de mayores, de menores, depersonas con discapacidad, etc.), la vigilancia de estos centros y el apoyo sanitario, así como las visitas domiciliarias.


Por todo ello, es imprescindible dotarle de losmedios adecuados con la preparación de una respuesta temprana para un posible rebrote y, en especial, un plan de movilización de personal efectivo y proporcional a las necesidades de los residentes para unos cuidados de calidad y un trato digno en recursos personales y materiales de protección.
Por consiguiente, las organizaciones firmantes recomiendan al Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas de manera urgente:


 Ofrecer datos públicos desglosados del personal contagiado y fallecido disgregado por sexo, categoría laboral y por tipo de centro donde desarrolla su trabajo (hospitales, Atención Primaria incluyendo domicilios, residencias).


 Garantizar que con la desescalada no se dejará desatendida la distribuciónde equipos de protección individual (EPI), en cantidad y calidad suficiente, yestos serán adaptados a cada servicio. Reforzando en particular los servicios o actividades que en la actualidad no tienen suficientes EPI como centros de salud, visitas domiciliarias, residencias de mayores, personal de farmacia, personal de la limpieza en centros cerrados, para así reducir el porcentaje de contagiados entre personal y la trasmisión de estos a los pacientes y su propio entorno familiar.


 Asegurar el acceso a PCR, accesible desde atención primaria, para todo elpersonal sanitario y sociosanitario. La no realización de las pruebas dedetección puede encubrir situaciones en las que profesionales de la salud contagiados pero asintomáticos continúen trabajando, constituyendo un riesgo de convertirse en vectores de propagación del virus entre sus compañeros, pacientes y familiares.


 Reforzar el número de recursos humanos disponibles y formados para laatención en hospitales, centros de salud, centros socio sanitarios y en lasresidencias. En estas últimas en particular, el ratio de personal por número deresidentes continúa siendo insuficiente, y esta deficiencia está poniendo en aquellas nuevas tareas para hacer frente de manera efectiva al Covid-19, como la desinfección y adaptación de trabajadores y residentes a los circuitos y zonificación o la utilización adecuada de equipos de protección. Ello contribuye a mantener las residencies como un foco de infección cruzada continuo.


 Proporcionar los recursos necesarios para la gestión geriátrica a AtenciónPrimaria, dado que en estos equipos, junto con los de las residencias, descansa el trato digno y los cuidados de calidad, y el control y prevención de infecciones. Asimismo, Atención Primaria realizará tanto la identificación de los centros sociales en su zona básica de salud (como las residencias de mayores), como la vigilancia de estos centros y el apoyo sanitario, así como las visitas domiciliarias.


 En el caso del personal sanitario que trabaja en residencias, la calidad del cuidado que dispensen a los mayores es literalmente de vida o muerte. Es necesario reforzar los cuidados dignos por el personal competente (y con recursos) ya sea para el debido acceso a los servicios de derivación o tratamiento compasivo, siempre de calidad. Hay que humanizar la respuesta: acompañar, dignificar.


Somos conscientes de la dificultad, los inmensos retos y el compromiso que requiere dar una respuesta eficaz frente a la COVID19. Ahora más que nunca, debemos asegurarnos que el personal que nos cuida está suficientemente protegido para hacer frente a la pandemia.


Información publicada el 25 de mayo de 2020

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