DOMINGO A. SÁNCHEZ ES RESIDENTE DE ONCOLOGÍA MÉDICA EN EL HOSPITAL VIRGEN DE LA ARRIXACA Y HA RECIBIDO UNA DE LAS PUBLIBECAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ONCOLOGÍA MÉDICA

noticia Colegio de Medicos Murcia

Fotografía de Juanchi López

 

Domingo A. Sánchez es residente de último año de Oncología Médica en el hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia. Ha recibido una de las publicadas de la Sociedad Española de Oncología Médica, SEOM, por un trabajo en el que analiza la situación laboral de los médicos jóvenes en el ámbito de la especialidad de Oncología Médica para servir de punto de partida para mejorar la situación y animar a la implementación de políticas encaminadas a ello

 

1. ¿En qué consiste el trabajo reconocido por la SEOM, Sociedad Española de Oncología Médica?

Pues se trata de un trabajo sencillo a la par que ambicioso, que pretende realizar una radiografía con el objetivo de establecer un diagnóstico de la situación laboral de los médicos jóvenes en el ámbito de la especialidad en la que me estoy formando: la Oncología Médica.

Para llevar a cabo esta radiografía hemos utilizado la maquinaria que incluye a la Sección +MIR de la Sociedad Española de Oncología Médica, en la que un grupo de residentes y tutores de toda España, coordinados por la Dra. Elez, oncóloga en el Hospital Vall D’Hebron de Barcelona, hemos realizado un proyecto que ha finalizado con este reconocimiento.

Con este trabajo queremos plantear un análisis inicial, así como servir de punto de partida para mejorar la situación y animar a la implementación de políticas encaminadas a ello. 

 

2. ¿Cuánto tiempo has trabajado en ello y cómo ha sido el proceso de gestación y elaboración?

Pues han sido unos cuantos meses. No creo que hayamos estado más de un año entre la idea y la puesta en marcha. Es lo que sucede cuando tienes gente motivadísima y súper capaz formando un equipo: que los resultados llegan rápido y con alta calidad.

Como ya he dicho, todo se ha gestado a través del grupo de trabajo de la Sección +MIR de SEOM. En una de sus reuniones periódicas surgió la necesidad de ver qué estaba pasando con los oncólogos jóvenes en España y cómo se sentían en relación a su ámbito laboral y profesional.

Previamente, habíamos trabajado en temas como el Burnout, con resultado de una publicación en el ámbito internacional, y eso nos sirvió de base para poder poner en marcha este proyecto de una forma más ágil.

 

3. ¿Y, cuáles han sido las principales conclusiones?

La principal conclusión es que hay bastante trabajo por hacer. Entre los datos más impactantes, resulta el de la falta de expectativas laborales que tienen los jóvenes oncólogos, donde más del 60% de ellos no prevé cumplirlas tras su periodo de formación. Entre los mismos, un 57% por la dificultad de compatibilizar ámbitos de desarrollo profesional como son la asistencia clínica, la investigación o la docencia y hasta un 43% por la falta de competitividad salarial.

 

4. Entonces… ¿cuáles son o están siendo las consecuencias de ello?

Las consecuencias son duras y difíciles de asimilar para la sociedad, ya que la mitad de los participantes en el estudio se han planteado la posibilidad de trabajar en el extranjero: el 51% para potenciar su desarrollo profesional y el 41% para tener una mayor competitividad salarial.

No sé qué les parecerá a los empleadores públicos, pero a mí es algo que me genera cierta preocupación y sobre la que creo que es importante que nos pongamos a reflexionar y actuar de forma conjunta.

 

5. ¿Hay propuestas de mejora?

Claro que las hay. Debe haberlas y los propios implicados tenemos que ser los impulsores de las mismas.

En nuestro estudio ofrecíamos algunas de las propuestas que puedenponerse en marcha por instituciones como nuestra sociedad científica, y es, por ejemplo, el desarrollo de un programa de Mentorazgo.

Si bien, muchas de las propuestas deben gestarse en foros donde también se encuentren y participen los responsables sanitarios, ya que es imposible impulsar propuestas sin estos agentes y, además, si no se exponen claramente estudios diagnósticos como este, se corre el riesgo de que no se puedan llevar a la práctica acciones que eviten un deterioro de la motivación de los oncólogos jóvenes y se les ofrezcan las soluciones específicas necesarias.  

 

6. Dentro de los trabajos reconocidos por la SEOM, se encuentra también el elaborado por una oncóloga murciana, la Dra. Esmeralda García Torralba, lo que determina el valorado nivel de investigadores en nuestra Región. Dado que España no es un país que apueste por la investigación si lo comparamos con nuestros vecinos europeos, ¿crees que los médicos tienen apoyos suficientes en este ámbito?

La Región de Murcia tiene una cantera de investigadores que está a la cabeza tanto a un nivel estatal como internacional. Fruto de ello es lo que has comentado que ha sucedido en nuestro caso, donde dos de las cuatro Publibecas que se otorgaban este año en la SEOM han resultado lideradas por murcianos.

Esto no es casualidad y es fruto de trabajo y dedicación de personas e instituciones que apuestan por la investigación. Una de estas instituciones es el propio IMIB (Instituto Murciano de Investigaciones Biomédicas), un centro de referencia cuyo subdirector es casualmente mi jefe de servicio, el Dr. Alonso, y es una muestra de esa apuesta y liderazgo por la investigación.

Si bien, como también has mencionado, aún nos queda mucho por hacer para mejorar ámbitos como la investigación preclínica o la propia compatibilidad entre asistencia clínica y acción investigadora.

De hecho, uno de los mensajes que se ha demostrado en el estudio que nos trae hoy aquí, es eso, la imposibilidad de compaginar asistencia clínica e investigación como elemento desmotivador para el oncólogo joven.

 

7. ¿Qué tipo de medidas crees que se podrían tomar para aumentar la capacidad investigadora del país?

Entre las medidas que se podrían tomar hay muchas. Si bien, creo que la mayoría de ellas pasan por poner en valor el significado de investigar, que no es otro que avanzar hacia el futuro. En el caso que nos atañe, el de los jóvenes oncólogos, creo que posibilitar y fomentar que dentro de nuestros programas formativos se premie y se reconozca el esfuerzo y la dedicación investigadora es clave para aumentar la capacidad investigadora de nuestro colectivo.

Esto solo como ejemplo de lo que se puede hacer en el ámbito de mi especialidad, pero las medidas van mucho más allá. Hay que ir hacia donde se lleva a cabo la investigación en nuestro país, que son las universidades, los centros de investigación, etc. y ver cuáles son sus carencias y actuar.

Creo que, si nosotros hemos evidenciado cierta precariedad en el ejercicio de la oncología por parte de los oncólogos jóvenes, no me quiero imaginar lo que nos encontraríamos en el caso de los investigadores básicos; y eso es algo que como país no nos lo podemos ni debemos permitir.

 

8. La falta de inversión ha dado lugar a un preocupante éxodo de médicos jóvenes y formados que tienen que buscar salidas profesionales lejos de sus casas. ¿Qué te parece esta situación y cómo crees que se podría luchar contra ello?

Me parece algo muy triste. Ya no solo por cómo se habla de ello con un tono de lejanía y sin responsables aparentes, e inclusoparece que no se le quiera poner solución. Lo primero es llamar a las cosas por su nombre y establecer responsables y actores de cambio. Si no, es difícil encontrar una solución.

El éxodo de médicos es fruto de una mala planificación y toma de decisiones en las esferas de los dirigentes políticos y sanitarios. Si un profesional en el que has invertido más de 10 años de recursos para formarlo y prepararlo para que ofrezca la mejor de las asistencias sanitarias a su sociedad, tiene que salir del país por falta de salidas profesionales o capacidad de desarrollo profesional… es para que nos replantemos cómo se están haciendo las cosas. 

Para mí es algo que no tiene ni pies ni cabeza, algo sobre lo que debemos ponernos y actuar y con ello, evitar el absurdo que supone que los jóvenes cualificados de nuestro país tengan que marcharse por falta de salidas profesionales.

 

9. ¿Cuál te gustaría que fuese el resultado de tu trabajo?

Me gustaría que fuera algo que hiciera pensar y permitiera cambiar las cosas. Es decir, que no se quede solo en una radiografía, en un diagnóstico de la realidad, sino que de verdad sea un principio de cambio de la misma.

Yo siempre digo que el mejor resultado de un trabajo es aquel que te permite seguir construyendo sobre él. Por tanto, creo que eso sería lo que más me gustaría: que este fuese un proyecto sobre el que haya una continuación que nos siga permitiendo cambiar y mejorar la realidad de la oncología en España.

 

10.¿Cómo valoras la situación de la Oncología Médica en la Región de Murcia: MIR, recursos humanos y materiales, etc.?

Personalmente, creo que tenemos una buena Oncología Médica en nuestra Región.

Es muy posible que mi visión sea un poco parcelada o sesgada, pero creo que tenemos en nuestra sanidad unos profesionales de altísimo nivel con capacidad de acceso a terapias y tecnologías de vanguardia y eso es algo de lo que enorgullecernos. 

Ahora bien, es importante que seamos capaces de cuidar de esos profesionales, reconocerles y apoyarles. La especialidad de Oncología Médica es especialmente sensible y humana por aquello a lo que nos dedicamos, y por tanto requiere de grandes profesionales cargados de humanismo.

Por ello, si los sobrecargamos con consultas interminables, no les permitimos compaginar formación, docencia e investigación y sobretodo, no los valoramos y reconocemos, podemos poner en riesgo ese altísimo nivel y calidad.

Y eso es algo que, personalmente, me preocupa no solo como profesional, sino también como usuario del sistema. Además, tengo una preocupación más y es cuando esto que parece tan sencillo y cae por su propia lógica, desde los puestos de toma de decisión no se es consciente de ello ni se actúa en consecuencia, los resultados pueden ser descorazonadores.

 

Publicado el 4 de noviembre de 2021

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