La vocal de la Sección de Médicos de Atención Primaria de nuestra Junta Directiva, Celia Román, ha elaborado esta carta dirigida a los médicos que trabajan en el primer nivel asistencial durante la situación de emergencia sanitaria internacional en la que nos encontramos:

Como todos sabemos, estamos en un momento de crisis sanitaria mundial y, en los casos que nos ocupan, nacional y regional. En este escenario, nos ha tocado luchar del lado de los “buenos” y, como en una película con final feliz, espero que terminemos ganando.

Cada uno de nosotros tenemos que asumir funciones que, hasta ahora, no habíamos desempeñado, unidos, en equipo, con incertidumbre, pero con firmeza y sin mirar hacia atrás.

La forma de trabajar ha cambiado pero los médicos de Familia tenemos una gran capacidad de adaptación, forjada en la limitación de medios materiales y personales de los que solemos disponer, y que siempre hemos afrontado con un gran sentido común.

Todos los profesionales médicos tenemos que ir modificando el modo de trabajar, asumiendo cualquier incidencia que se nos pueda presentar. Los intensivistas, anestesistas, urgenciólogos, internistas, neumólogos, etc., ideando, día a día, para salvar vidas. Nosotros, los médicos de familia, siempre en la base, conteniendo, detectando, acompañando y aliviando. Entre todos, sumando.

Debemos trabajar como nos indiquen pero en las mejores condiciones posibles, así pues, creo que cada equipo conoce y reconoce sus fortalezas y sus debilidades y puede organizarse en función a ellas.

De forma inesperada por su premura, ha llegado la “gestión clínica autónoma en los centros de salud”. Y, con ella, debemos chequear los medios materiales de los que disponemos para, en función de ello, hacer un listado y petición, por escrito y con registro, de lo que se necesita para trabajar en las mejores condiciones. Debemos recordar que lo que no se escribe y se registra, no existe.

Desde las organizaciones profesionales, os recomendamos que no nos expongamos sin los medios adecuados y que, si tenemos que hacerlo, registremos con fotografías, escritos y cualquier soporte audiovisual disponible, las carencias observadas, como forma de exigir responsabilidades con posterioridad.  

Es algo conocido en todo el mundo y en todos los escenarios que lo primero, en estas situaciones, es tu PROTECCIÓN.

En el caso de tener que hacer una visita a domicilio,  es aconsejable que no utilicemos nuestros vehículos personales. EXIGIR las medidas de protección necesarias e imprescindibles para realizar el acto médico, así como que nos trasladen. Antes de entrar a cualquier domicilio sin EPI, podemos hacer una valoración desde la puerta con la toma de la saturación de oxígeno con pulsioxímetro; incluso pidiendo al familiar que haga un vídeo para valorar la disnea del paciente, en el caso de que sea absolutamente necesario.

Si no es posible realizar el trabajo con seguridad, comunicádnoslo, ya que podemos iniciar los trámites para las demandas a los departamentos competentes en Salud Laboral.

Tenemos derecho a que nuestra empresa nos proteja, según la ley de prevención de riesgos laborales, y, en este caso, el Servicio Murciano de Salud tiene la obligación de protegernos y garantizar la SEGURIDAD Y SALUD de sus trabajadores, que no seamos vectores de la enfermedad a nuestras familias y al resto de la población.

En todos los casos en que sea preciso realizar una actuación profesional sin la protección recomendada reglamentariamente, es imprescindible que quede registrado por escrito, anotando “fecha, hora e incidencia concreta”, y que dicho documento sea firmado por el responsable del Servicio y registrado convenientemente. Esto nos puede servir de prueba para posibles acciones legales posteriores.

En referencia al seguimiento telefónico de nuestros pacientes, consideramos que es un servicio fundamental en este escenario: somos sus médicos, ¿quién mejor para dar tranquilidad, contener y evaluarlos? Los conocemos y confían en nosotros. Tendremos que tomar decisiones, junto con nuestros pacientes y sus familiares, que serán duras pero mejor aceptadas y asimiladas si se las trasmite su “médico de toda la vida”.

Los especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria sabemos trabajar con la incertidumbre y tenemos capacidades para gestionarla, pero NO PUEDEN PEDIRNOS que pongamos en RIESGO nuestra salud y la de los nuestros.

Tenemos la suerte de conocer a nuestra población y ser líderes sociales en ella. Utilicemos nuestra autoridad para exigir que se cumplan las normas, además de pedir soporte a los poderes comunitarios.

Información publicada el 27 de marzo de 2020