ORGANIZACIÓN MÉDICA COLEGIAL, SOCIEDADES CIENTÍFICAS Y PACIENTES DEMANDAN AL GOBIERNO QUE INCLUYA LA SALUD CARDIOVASCULAR COMO PRIORIDAD POLÍTICA

noticia Colegio de Medicos Murcia

Las principales sociedades científicas y médicas y organizaciones representativas han realizado un llamamiento conjunto al Gobierno para que incluya como prioridad política de la Unión Europea el fomento de la salud cardiovascular, para así “atajar el mayor problema de salud del continente” europeo.

El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas, la Sociedad Española de Cardiología, la Fundación Española del Corazón, CardioAlianza, la Sociedad Española de Cirugía Cardiovascular y Endovascular, la Fundación Cirugía y Corazón y la EU Structural Heart Disease Coalition solicitan así al nuevo ministro de Sanidad, José Manuel Miñones, que se asegure de que la salud cardiovascular figure entre las prioridades en materia de salud de la próxima presidencia española del Consejo de la Unión Europea, que actualmente se encuentra en fase de preparativos y comenzará en julio de este año.

Los expertos recuerdan que las enfermedades cardiovasculares afectan en torno al 10% de la población española y constituyen la primera causa de muerte y de ingreso hospitalario en nuestro país. “Cada 4 minutos fallece una persona en España por enfermedad cardiovascular”. Ante su gravedad, reclaman que “la mejora de la salud cardiovascular debería ser una prioridad política, social y económica en un país de creciente envejecimiento como España”.

Durante el acto de presentación del comunicado, que ha tenido lugar este martes, representantes de todas las organizaciones firmantes han destacado la importancia de mejorar la planificación actual. Según Tomás Cobo, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, “este llamamiento conjunto demuestra la gran preocupación que existe en la sociedad civil por abordar los principales problemas de salud de la población”. Por su parte, Julián Pérez-Villacastín, presidente de la Sociedad Española de Cardiología, ha subrayado que “es una urgencia” convertir la salud cardiovascular en una prioridad política en materia de sanidad, y ha lamentado no tener constancia de que figure todavía en los preparativos de la Presidencia española.

En palabras de Andrés Íñiguez, presidente de la Fundación Española del Corazón, “hace más de un año que se elaboró la Estrategia de salud cardiovascular del Sistema Nacional de Salud”, pero no se ha realizado “ninguna actuación concreta”. Según reza el comunicado, la propia Estrategia incorpora medidas en cuatro patologías principales (cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca, fibrilación auricular y valvulopatías), pero preocupa “la falta de avances tangibles en la mejora de la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las enfermedades cardiovasculares” y “el nulo desarrollo” de la Estrategia. Para Íñiguez, “la estrategia de salud no solo debe implicar la mejora de los cuidados agudos, y de la cronicidad de las patologías cardiovasculares, sino sobre todo priorizar aquellas actuaciones dirigidas a reducir el impacto adverso de las enfermedades cardiovasculares y promover una mejor salud cardiovascular”.

Los pacientes con patologías cardiovasculares, liderados por Maite San Saturnino, presidenta de CardioAlianza, reclaman que se dediquen los recursos adecuados para la prevención y la promoción de hábitos saludables mediante una mayor concienciación, así como la mejora de la asistencia social y sanitaria a todos los niveles. Es por ello por lo que convirtiendo la salud cardiovascular en una prioridad política durante la Presidencia “lograríamos una mayor visibilidad, atención y recursos de todas las administraciones europeas y españolas para atajar este gran problema de salud”, concluyó Paulino Cubero, representante de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas. “Debemos promover el ejemplo de la Estrategia en Salud Cardiovascular española en toda Europa, y asegurar su implementación”, insistió.

Según expresan los expertos en el comunicado, numerosas entidades de otros países ya han demandado “una mayor atención política a estas enfermedades mediante un Plan europeo” en salud cardiovascular, pero reconocen que es necesario un “impulso político claro” en el que el papel del Gobierno de España durante la presidencia europea juega un rol determinante “por responsabilidad, coherencia y urgencia social”.

Por todo ello, “exigimos que durante la presidencia española de la Unión Europea se contemplen las enfermedades cardiovasculares como el mayor problema de salud”, zanjó Íñiguez.

 

Llamamiento por la priorización política de la salud cardiovascular durante la Presidencia española de la Unión Europea

La Federación de Asociaciones Científico-Médicas Españolas (FACME), el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), la Sociedad Española de Cardiología (SEC), la Fundación Española del Corazón (FEC), CardioAlianza, la Sociedad Española de Cirugía Cardiovascular y Endovascular (SECCE), la Fundación Cirugía y Corazón y la EU Structural Heart Disease Coalition:

 

I. Pedimos al Gobierno de España que incluya como prioridad política de la Unión Europea el fomento de la salud cardiovascular, para atajar el mayor problema de salud del continente.

II. Expresamos nuestra preocupación por la falta de avances tangibles en la mejora de la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las enfermedades cardiovasculares, y el nulo desarrollo tras más de un año de publicación de la nueva Estrategia en Salud Cardiovascular del Sistema Nacional de Salud, a pesar del acuerdo unánime del Consejo Interterritorial del SNS al desarrollo de dicha iniciativa.

III. Advertimos de la necesidad y coherencia de aprovechar la oportunidad que supone la Presidencia española del Consejo de la UE para poner en el centro de la Unión Europea la ineludible necesidad de abordar el problema de las enfermedades cardiovasculares, como primera causa de mortalidad, además de lo que representan en morbilidad, repercusión socio-económica y carga de enfermedad personal.

 

Las enfermedades cardiovasculares (ECV) afectan en torno al 10% de la población española. Cada año, una de cada 100 personas es diagnosticada con alguna patología cardiovascular. Constituyen la primera causa de muerte en nuestro paísi , más de un 26% del total de defunciones. Además, son la primera causa de ingreso hospitalarioii . En toda la Unión Europea, los datos son igual de preocupantes: las ECV son la causa de casi el 40% de las defunciones, más de 2 millones de personas al año. Cada 4 minutos fallece una persona en España por enfermedad cardiovascular.

Si bien estas patologías afectan a toda la población, la edad y el género condicionan las probabilidades de sufrirla: su incidencia es incluso mayor en mujeres y se incrementa de manera exponencial con la edad. La edad es el factor de riesgo cardiovascular más relevante, por lo que, ya solo por este motivo, la mejora de la salud cardiovascular debería ser una prioridad política, social y económica en un país de creciente envejecimiento como España. La propia Estrategia en Salud Cardiovascular del SNSiii publicada en 2022 reconoce este hecho, y prioriza recomendaciones en cuatro patologías cardiovasculares principales, todas ellas directamente relacionadas con el envejecimiento: cardiopatía isquémica (angina de pecho, infarto), insuficiencia cardíaca, fibrilación auricular (arritmias) y valvulopatías.

Las ECV están lejos de ser solo un problema de salud: también impactan gravemente a la esfera económica, laboral y psicosocial de los que las padecen.

Suponen más del 8,31% del gasto total público y se estima que su impacto en la economía alcanza el 0,75% del PIB, con un impacto de más de 10.000 millones de euros al año entre costes directos e indirectos. En la esfera individual, los problemas de salud cardiovascular tienen un impacto directo en la calidad de vida. El deterioro funcional, las afectaciones psicológicas o las consecuencias socioeconómicas y laborales empeoran el bienestar de los que las padecen, aumentan su dependencia y empeoran su funcionalidad.

A pesar de todos estos motivos, tras la publicación en 2022 de la nueva Estrategia en Salud Cardiovascular del Sistema Nacional de Salud, apenas se han logrado avances tangibles que mejoren de manera coordinada y cohesionada el diagnóstico precoz y tratamiento de estas enfermedades. La prevención, la detección precoz y sistemática, el fomento del conocimiento y la investigación, la mejora de los sistemas de atención y la dotación de recursos suficientes para ello, son esenciales para atajar uno de los problemas de salud más acuciantes de nuestra era. La aprobación de la Estrategia supuso un importante paso al frente.

Sin embargo, su aplicación depende de los esfuerzos principalmente de la administración pública, para asegurar su correcta y completa implementación. Numerosas entidades en todo el continente europeo, incluyendo la Sociedad Europea de Cardiología, la European Heart Networkviii y la Alianza Europea por la Salud Cardiovascularix, demandan una mayor atención política a estas enfermedades mediante un Plan europeo que mejore el pronóstico y la salud de la población en toda Europa.

La Comisión Europea ha puesto en marcha algunas iniciativas relevantes, como la nueva Iniciativa en Enfermedades No Transmisibles – Healthier Together, y una Acción Conjunta en Salud Cardiovascular y Diabetes, las cuales pueden contribuir a mejorar los sistemas de salud solo si van acompañadas de un impulso político claro de los Estados Miembros. Por responsabilidad, coherencia y urgencia social, pedimos al nuevo ministro de Sanidad, José Manuel Miñones, que aproveche la oportunidad que brinda la Presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea entre julio y diciembre de 2023 para poner en el foco estas enfermedades y así lograr un pacto político que, tras lo aprendido durante la pandemia de Covid-19, impulse la prevención, diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades para avanzar hacia una sociedad más resiliente y garantizar el envejecimiento saludable.

Por todo ello, hacemos un llamamiento urgente a que el Gobierno de España demuestre su compromiso y liderazgo por la salud de la población, promoviendo la Estrategia en Salud Cardiovascular del SNS como un modelo a seguir en toda la Unión Europea durante la Presidencia del Consejo de la UE, e incremente el apoyo institucional y los recursos disponibles para su efectiva implementación a todos los niveles.

 

Publicado el 20 de abril de 2023

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