JOSÉ MARÍA GARCÍA BASTERRECHEA ES ESPECIALISTA EN MEDICINA INTERNA EXPERTO EN EL TRATAMIENTO DE DROGODEPENDENCIAS
José María García Basterrechea es especialista en Medicina Interna experto en el tratamiento de drogodependencias desde 1996
Es ponente en la jornada “El alcoholismo como enfermedad y el sistema de recuperación en Alcohólicos Anónimos” el 26 de septiembre a las 20:00 horas en el salón de actos del Colegio de Médicos de Murcia (más información en el enlace de la parte superior de esta noticia)
1. ¿Qué nos puede avanzar sobre su intervención en la conferencia “El alcoholismo como enfermedad y el sistema de recuperación en Alcohólicos Anónimos” que tendrá lugar el martes 26 de septiembre, a las 20 horas, ¿en el Colegio de Médicos de Murcia?
El consumo de bebidas alcohólicas está generalizado en el mundo. En Europa -y sobre todo en España- beber alcohol está normalizado e incorporado a nuestro día a día, en comidas familiares, celebraciones o en la vida social; siendo su ingesta causa de múltiples enfermedades e importantes repercusiones familiares, sociales, laborales y legales, que dan lugar a más de 3 millones de muertes cada año en el mundo, a un tercio de los accidentes de tráfico y laborales, homicidios, suicidios y violencia familiar, de género o sexual.
En esta conferencia pretendo plantear la realidad de las personas que tienen una adicción al alcohol, su abordaje y la alta capacidad de Alcohólicos Anónimos en su recuperación.
2. ¿Cuál es la situación y los datos actuales en torno al alcoholismo en la Región de Murcia: incidencia, perfil del paciente, tratamientos, etc.?
Los datos para la Región de Murcia obtenidos de la última encuesta sobre alcohol y otras drogas en España (EDADES), realizada por el Ministerio de Sanidad a personas de 15 a 64 años, indica que la Región de Murcia se mantiene entre las comunidades donde mayor es la ingesta de alcohol en España. Destaca que un 23,7% de los encuestados presentan un consumo excesivo de alcohol. Son sobre todo hombres, de edades medias, frecuentemente con problemas laborales, trastornos ansioso depresivos y estrés que, aunque iniciaron el consumo de forma recreativa o por diversión, después consumen para disminuir su ansiedad, no pensar o para evadirse u olvidar.
Por otra parte, la normalización familiar y social del consumo de bebidas alcohólicas ha conducido a que aproximadamente un 50% de los alumnos de ESO, Bachillerato y FP del municipio de Murcia se hayan emborrachado alguna vez en la vida, y 20% en el último mes. Son sobre todo jóvenes a los que su familia les permite beber.
3. ¿Cómo han evolucionado estos datos y esta situación en los últimos años? ¿Algún cambio significativo?
Tras un descenso del consumo de bebidas alcohólicas durante el periodo de aislamiento de la pandemia de COVID 19, al normalizarse la vida social se ha producido un aumento considerable del consumo, alcanzando borracheras el 35% de los jóvenes adultos, sobre todo varones, de 15 a 34 años. Si bien el consumo diario se produce fundamentalmente en los mayores de 45-60 años.
Merece la pena destacar que durante los últimos años el consumo de bebidas alcohólicas está asociado o es el detonante para el consumo de cocaína, sobre todo en adultos de 20 a 50 años.
4. ¿Cómo valora la formación de los profesionales y los recursos del sistema sanitario para tratar a estos pacientes?
La formación universitaria de los profesionales de la salud es muy teórica y deficitaria en este campo, estando básicamente enfocada a hablar de las repercusiones sobre el organismo derivados de la ingesta de bebidas alcohólicas, pero muy poco en transmitir que la adicción al alcohol es una enfermedad del cerebro, en cuya etiopatogenia existen múltiples factores, familiares, sociales y económicos que estimulan el consumo recreativo o experimental, pero que posteriormente, en personas vulnerables, este consumo adquiere la máxima prioridad, aun cuando les lleve a conductas que pueden repercutir gravemente sobre su vida. Es una enfermedad crónica, tan respetable como cualquier otra, que puede y debe ser tratada, si bien, muchos consideran aún que el que no deja de beber es porque no quiere.
Por otra parte, los recursos del sistema sanitario son muy deficientes pues, aunque desde la Consejería de Salud se han creado Centros de Atención a Drogodependencias y han realizado programas para la formación de los médicos de Atención Primaria, en la práctica son pocas las opciones de tratamiento y es necesario aumentarlos significativamente, para facilitar un abordaje integral (multiprofesional) y para evitar el estigma que persigue a las personas con dependencia o adicción al alcohol.
5. ¿Cuál es el papel de los médicos en el abordaje del alcoholismo?
Considero que el papel de todos los médicos y en particular los de Atención Primaria es primordial en el abordaje de esta patología.
Las enfermedades más prevalentes (diabetes, obesidad, hipercolesterolemia, hipertensión, EPOC, COVID, etc.) están incorporadas de pleno derecho a la cartera de servicios de los equipos de atención primaria. El trastorno por consumo de bebidas alcohólicas (denominación que es más precisa y menos estigmatizante que la de alcohólico), es el responsable de más de 200 enfermedades y otras muchas repercusiones socio familiares, y afecta a un elevado porcentaje de personas, por lo que una detección precoz y un abordaje adecuado, sobre todo en las primeras fases, es fundamental para actuar antes de que se produzca una adicción o repercusiones graves, y ello se puede y debe realizar sobre todo en el primer escalón asistencial, si bien es necesaria una adecuada formación y evidentemente una dotación suficiente de medios humanos y materiales.
6. ¿Cómo es su trabajo en el seno de Alcohólicos Anónimos?
Colaboro a través de charlas o mesas redondas en informaciones públicas cuando soy invitado por ellos.
Alcohólicos Anónimos (AA) es una comunidad de personas que se reúnen para resolver su problema con la bebida, fundado en 1935 está presente en 180 naciones de todo el mundo y en la actualidad existen más de 123.000 grupos (616 en España desde 1955).
Los grupos de AA se reúnen periódicamente, con un programa común, que varía en estilo e intensidad según el grupo, y que ha demostrado que aquellos que lo siguen, tienen una alta eficacia para mantenerse abstinentes y además conlleva una importante disminución de los costos de atención médica.
7. ¿Cómo prevenir?
Partiendo de que la educación sobre las drogas apenas funciona porque casi nadie le hace caso, es necesario reorientar la prevención, para favorecer, sobre todo, en los adolescentes y jóvenes, estilos de vida saludables que disminuyan las actividades de riesgo, para ello hay que involucrar a los propios jóvenes, a los padres y profesores, con el apoyo decidido de las administraciones públicas.
Así, hay que:
- Usar las redes sociales para llegar a miles de jóvenes a los que no se llegaría con la prevención institucional clásica.
- Desarrollar en los colegios, institutos y centros de FP actividades recreativas, fuera del horario escolar.
- Ofrecer más medios de ocio y diversión a los jóvenes, así como financiación estatal o autonómica para acudir a clubs deportivos, artísticos, musicales, de danza u otras actividades recreativas placenteras que faciliten a los jóvenes disfrutar con los amigos, sin tener que recurrir a botellones o consumo de drogas.
- Los padres deben compartir más tiempo y preocupaciones con ellos, conocer a sus amistades, no permitir que sus hijos celebren fiestas sin supervisión, ni comprarles bebidas alcohólicas, también predicar con el ejemplo.
- Fomentar terapias que los capaciten para afrontar sus problemas.
8. ¿Qué deben conocer la población y los profesionales sobre el alcoholismo?
El alcohol no es bueno para la salud; utilizado como un alimento, de forma ocasional, en comidas o recreativamente puede ser placentero, pero su consumo en dosis de más de 30 gramos/día en hombres o 15 en mujeres, no está exento de riesgo para la salud, y nunca se debe consumir si se va a conducir.
Cuando una persona no controla totalmente el consumo de bebidas alcohólicas y periódicamente tiene problemas cuanto bebe debe ser valorado, ya que es probable que tenga un trastorno por consumo de bebidas alcohólicas, aunque sea en grado leve.
Si una persona quiere dejar de beber es posible conseguirlo, existen tratamientos que los pueden ayudar.
Publicado el 15 de septiembre de 2023