OTORRINOLARINOLOGÍA, LA ESPECIALIDAD MÉDICA QUE AYUDA AL ENFERMO A RECUPERAR O MEJORAR LA CAPACIDAD DE RESPIRAR, OÍR, HABLAR, OLER Y TRAGAR
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Publicado en La Verdad digital el 31 de enero de 2025
La otorrinolaringología, cuyo nombre oficial es otorrinolaringología y cirugía de cabeza y cuello, es la especialidad médico-quirúrgica enfocada en el estudio de las enfermedades del oído, tanto auditivas como del equilibrio, y de las vías respiratorias superiores (nariz, senos paranasales, faringe y laringe) y parte de las inferiores (tráquea). Las cirugías traumatológica, oncológica, plástica, estética y reparadora de la cara y el cuello también se incluyen en el ámbito de esta especialidad médico-quirúrgica.
Los otorrinolaringólogos tratan patologías que afectan los sentidos, como trastornos del oído, audición y del equilibrio o problemas del olfato y el gusto. También tratan pacientes con enfermedades que afectan su voz, respiración y deglución, así como a aquellos con patologías de cabeza y cuello, incluida la base del cráneo y la órbita ocular, en colaboración con otras especialidades.
Los especialistas ORL tratan pacientes de todas las edades, desde bebés recién nacidos hasta personas mayores. En consulta utilizan microscopios y endoscopios, así como otros dispositivos para medir la audición. La otorrinolaringología es probablemente la especialidad que tiene campos de trabajo más diversos, y la gama más amplia de operaciones, requiriendo muchas veces una superespecialización en cada área (nariz, oído, laringe y cuello, pediátrica, otoneurología, etc.), realizando desde procedimientos oncológicos importantes de cabeza y cuello con colgajos musculo cutáneos y reconstrucciones complejas, hasta cirugía microscópica de oído y laringe, pasando por el uso del endoscopio en las cirugías nasales y de senos paranasales, de oído, de base de cráneo y cirugía asistida por robot en hipofaringe y laringe.
Durante la pandemia por COVID, dichos especialistas han demostrado su vocación y profesionalidad, esfuerzo y sacrificio al estar tremendamente expuestos a la infección, ya que su área de trabajo es la vía respiratoria y de modo muy cercano al paciente, así como por el manejo de instrumental de exploración que arrastra secreciones. Debido a esto, fueron muchos los compañeros infectados, y desgraciadamente hubo que lamentar el fallecimiento de cinco otorrinos en España.
La cirugía ORL ha estado a la vanguardia de las últimas tecnologías médicas y los procedimientos mínimamente invasivos se han ido incorporando a las prácticas quirúrgicas habituales. Esto tiene muchos beneficios que incluyen menos cicatrices y períodos de recuperación más cortos.
Actualmente, se encamina la especialidad a una medicina de precisión con el apoyo tecnológico de instrumental muy sofisticado (láseres y ópticas y microscopios de gran calidad, navegadores quirúrgicos para controlar con precisión milimétrica la localización del instrumental en la cirugía de base de cráneo, robots para cirugía oncológica transoral), y de tratamientos oncológicos y de patología rinosinusal inflamatoria totalmente personalizados.
El otorrinolaringólogo, es pues el médico que puede ayudar a devolver al enfermo o mejorar la capacidad de respirar, de oír, de hablar, de oler, y de tragar.
San Blas: patrón de los otorrinolaringólogos y de los enfermos de garganta
El tres de febrero se celebra San Blas, patrón de los otorrinolaringólogos y de los enfermos de garganta. San Blas fue médico, obispo de Sebaste y mártir cristiano.
Según la tradición, Blas de Sebaste era conocido por su don de curación milagrosa, que aplicaba tanto a personas como a animales. Salvó la vida de un niño que se ahogaba al clavársele en la garganta una espina de pescado. Este sería el origen de la costumbre popular de bendecir las gargantas el día de su fiesta el 3 de febrero. Su culto se extendió pronto por toda la Iglesia.
En Murcia la celebración del día de San Blas goza de gran arraigo y tradición, ya que sus orígenes se remontan a la Reconquista cuando en 1266, coincidiendo con la festividad de San Blas, Jaime I el Conquistador entraba en la ciudad de Murcia por las Puertas de Orihuela para arrebatar la ciudad a los musulmanes.
En esta jornada, Jaime I iba acompañado de tropas aragonesas y castellanas, y del Maestre de Santiago D. Pelayo de Corvera. Al entrar en la ciudad, ordenó la celebración de una Misa de Acción de Gracias y la edificación de un templo en aquel lugar, dedicado a Santa Eulalia de Barcelona, la actual Iglesia de Santa Eulalia.
Los Monjes Trinitarios conservaron reliquias y atendieron el culto a San Blas en un convento y una ermita, y al desaparecer estos templos, pasaron a la parroquia de Santa Eulalia.
Posteriormente en el S. XVI, los Trinitarios se establecieron en San Javier llevando la devoción al Santo.
Así pues, en Murcia capital se venera al Santo desde muy antiguo en la Iglesia de Santa Eulalia, donde existe una talla de Francisco Salzillo, y hay otra en el Convento de las Mercedarias de Lorca. También se realizan romerías en Santiago de la Ribera, y otras muchas localidades.
Publicado el 3 de febrero de 2025
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