El Dr. Rodríguez Caamaño es presidente de la Sociedad de Pediatría del Sureste, SPSE, y coordinador del curso de Enfermedades Reumatológicas en Pediatría y sus repercusiones oftalmológicas que organiza el Colegio de Médicos dentro de su catálogo de cursos de formación continuada para 2016. El plazo de inscripción sigue abierto para que puedas matricularte si así lo deseas

1.   ¿Cuáles son los objetivos del curso?

La asistencia a un curso, de la materia que fuere, suele redundar en una ampliación de conocimientos. En principio cabe decir, a modo de introducción temática, que las enfermedades reumáticas, tanto en la infancia como en la adolescencia, tienen una especial importancia por generar situaciones de irregular calidad vital en aquellos que las padecen. Vemos como las afecciones reumáticas producen un impacto negativo, tanto social como psicológico, y en ambientes tanto familiares como escolares. Además, la cronicidad de estas enfermedades podrá ocasionar en la edad adulta diferentes grados de discapacidad.

Por tanto, es objetivo primordial de este curso procurar: un mayor conocimiento  del proceso inflamatorio, sustrato de estas enfermedades, un conocimiento de los medidores de actividad o de remisión de la enfermedad o conocer el grado de afectación orgánica de los pacientes aquejados para, en definitiva, conocer el manejo de diversas situaciones que afectan al sistema músculoesquelético. Diría también que el objetivo del curso es ofertar una puesta al día sobre patología reumática que sea de utilidad en la práctica pediátrica diaria.

2.   ¿Qué temas se van a tratar?

Se abordarán temas de Reumatología y de Oftalmología. De Reumatología habrá unas ponencias dedicadas a poner en claro la orientación derivada de la historia clínica a un paciente reumático, así como las diferentes pruebas diagnósticas iniciales que deberían practicarse a estos pacientes; también se pondrán de relieve los criterios de derivación, tanto al hospital como al reumatólogo. Se hablará de la Artritis idiopática juvenil (AIJ), de las Monoartritis en general y de las artritis infecciosas (Artritis séptica y Osteomielitis).

El primer tema serán las Artritis Idiopáticas Juveniles que constituyen un grupo heterogéneo de seis enfermedades inflamatorias distintas en el aspecto clínico, patogénico y evolutivo, que comienzan antes de los 16 años de edad, tienen una duración de 6 semanas y su causa no es conocida (obviamente se excluyen las artritis de las enfermedades infecciosas, hematooncológicas y autoinmunitarias). La más frecuente es la oligoartritis (50% de las AIJ), de comienzo precoz (2-4 años) y predominio femenino, que en el 30% de los casos presenta una uveítis cuya latencia impone su búsqueda sistemática con lámpara de hendidura.

Especial interés se pondrá en el apartado de OJO ROJO en pediatría como manifestación de Uveítis y su interconexión con la AIJ.

En cuanto a la materia oftalmológica, se tratará con dos talleres: uno sobre el Fondo de ojo, cuya valoración correcta aporta datos para identificar diversas patologías de la medicina pediátrica y otro acerca del Cuerpo extraño ocular y las Queratitis.

La asimilación de esta materia aportará, sin duda, un importante bagaje médico que propiciará un mejor proceder clínico y terapeuta del pediatra. 

3.   ¿Cuáles son las novedades más actuales en enfermedades reumatológicas en Pediatría y sus repercusiones oftalmológicas? 

Desde hace un tiempo, el tratamiento farmacológico está siendo individualizado en función del cuadro clínico y el grado de afectación orgánica.

Actualmente, los reumatólogos pediatras introducen de forma precoz fármacos modificadores de la enfermedad, inductores de remisión o inmunomoduladores (ciclosporina, tacrolimus, azatioprina…), y no se limitan a iniciar un tratamiento antiinflamatorio convencional.

Considerando, también, el nacimiento de los agentes biológicos (antifactor de necrosis tumoral alfa, etanercept, infliximab, anakinra, rituximab…) y la aplicación del trasplante de células madres en las enfermedades autoinmunes se ha conseguido una mejoría pronóstica. Los tratamientos biológicos han modificado la estrategia terapéutica de las AIJ y deberían permitir, a medio y largo plazo, mejorar el pronóstico y disminuir la discapacidad funcional.

4.   ¿Cómo evolucionará este campo en el futuro?

En el ámbito de la reumatología se reconocen dos grandes dificultades: una es determinar de forma precoz el tipo de enfermedad reumática, aún a sabiendas de lo complejo que es en los niños el diagnóstico (puede haber meses entre la aparición de la sintomatología y el diagnóstico) y otra es su amplio contenido ya que abarca todas las alteraciones inflamatorias o no inflamatorias del tejido conectivo.

Probablemente, las tendencias se dirigirán al conocimiento de otras metodologías diagnósticas de estas enfermedades y a la investigación de nuevas estrategias terapéuticas, a la aproximación multidisciplinar (rehabilitación, ortopedia, hospitales de día…), al uso de nuevos tratamientos (cambios en los convencionales, tratamientos biológicos, trasplante de células madres…), colaboraciones internacionales... En fin, tratar de lograr la remisión de la enfermedad y así evitar sus secuelas.

5.   La última parte de este curso se impartirá a modo de taller, ¿qué ventajas aporta esta metodología?

En el campo de la medicina, se habla de talleres para referirse a una cierta metodología de enseñanza que combina la teoría y la práctica.

Está claro que los talleres no siempre tienen los mismos objetivos; unos son de formación y otros de perfeccionamiento. Un taller suele dar a los estudiantes ciertas herramientas muy específicas que no pueden adquirirse por medio del estudio y, así, conseguir conocimientos técnicos que les permitan hacer mejor uso de sus facultades naturales.

Sabemos que la interacción con un grupo que persigue un mismo objetivo suele producir una sensación de satisfacción, la necesidad de aferrarse a esa experiencia para siempre.

Independientemente de los conocimientos técnicos, los talleres resultan especialmente beneficiosos a nivel social, dado que obligan a sus integrantes a trabajar cerca de otras personas. En principio, nos permite aprender de los demás, tanto de sus habilidades y de sus puntos fuertes como de sus errores. Por otro lado, la influencia de un buen tutor puede ser esencial en la vida de un profesional. 

6.   ¿Cómo valora la formación en este campo?

La formación de los especialistas en ambas materias nos parece excelente. Como consecuencia de ello, se logra una mejoría extraordinaria en los futuros pediatras dedicados a estas especialidades.

Evidentemente, lo más importante para el diagnóstico de las enfermedades reumáticas es conocerlas lo que, a su vez, permite reconocerlas y en esas estamos. La actualización de los conocimientos en estas enfermedades permite el diagnóstico precoz y la mejora en su seguimiento.

Las respuestas al tratamiento pueden variar. Los objetivos son aliviar el dolor, reducir la inflamación, aumentar la movilidad y la fuerza articular. Mantienen el tono muscular, mejoran la función y previenen la discapacidad permanente. Si bien han aparecido nuevas opciones terapéuticas, todavía no es fácil predecir la respuesta al tratamiento en los niños. Muchos niños superan la enfermedad al alcanzar la edad adulta, pero otros siguen necesitando tratamiento. Por el momento, no hay manera de determinar el pronóstico ni la necesidad a largo plazo de medicación en cada caso.

Información publicada el 14 de enero de 2016