1. El próximo 25 de febrero se celebran 25 años de actividad docente en Medicina Familiar y Comunitaria en Molina de Segura, ¿qué iniciativas hay previstas? Estamos organizando un encuentro, de tutores y residentes de Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC) que han pasado a lo largo de estos 25 años por el Centro de Salud de Molina de Segura. También están invitados otros profesionales relacionados con la docencia en MFyC y todos los compañeros que  quieran compartir este día con nosotros.   2. Están utilizando redes sociales e internet para contactar con tutores y residentes, ¿cómo se pueden poner en contacto con vosotros? Con la finalidad de facilitar el contacto previo a la jornada e ir informando acerca del evento, se han creado los siguientes recursos online: Grupo de Facebook: “25º Aniversario de la Docencia MIR en MFyC en Molina de Segura”; cuenta de Twitter del centro de salud; blog del evento; y una dirección de e-mail (jesús.abenza@um.es). También se puede contactar con nosotros por teléfono en el Centro de Salud . 3. ¿Ha cambiado mucho la labor de los médicos docentes en este tiempo? Ha cambiado porque hay un programa estructurado, con objetivos, actividades, criterios de evaluación, metodología,… La relación del médico docente con el médico residente ha ido transformándose por los cambios introducidos en el programa de nuestra especialidad a lo largo de estos años, pero creo que el estilo personal y profesional de cada tutor siempre han sido y son un modelo para el aprendizaje de nuestra especialidad. Por último, la dinámica docente de nuestro equipo ha evolucionado hacia la mejora contínua en la docencia.   4. ¿Cómo cree que evolucionará en los próximos diez años? Nuestra labor docente nunca ha sido “un bien valioso” a proteger y desarrollar en nuestro sistema sanitario. En este año ya se han producido recortes estructurales, tanto en el programa docente como en recursos humanos y en los próximos años los cambios serán acordes con los producidos en nuestro sistema sanitario. Habrá que adaptar nuestra labor de tutor a nuestros recursos, pero serán años de grandes cambios como para reinventar nuestra función.   5. ¿Podría destacar alguna anécdota de estos 25 años? Habría muchas, porque compartimos muchos momentos. Cada residente está ligado al centro de salud durante cuatro años, y cuando terminan muchos siguen unidos a él. En nuestro centro cuando se incorporan en el primer año reciben “el bautizo como médicos de familia” mediante una ceremonia especial acompañados de tutores y residentes.   6. ¿Cuentan los médicos docentes con los recursos y las herramientas necesarias para desarrollar su labor correctamente? ¿Qué demandas tienen? El tópico de la falta de tiempo aquí también vale. La presión asistencial muchas veces no favorece la formación al residente. La disponibilidad de consulta específica para utilizar por el residente es un recurso necesario para desarrollar su labor docente. La mayor demanda de los tutores es disponer del tiempo suficiente para realizar su función docente.   7. ¿Cree que se valora la actividad que realizan en la formación de los futuros médicos?  La función docente que realizamos en la formación de nuestros médicos residentes es poco valorada por nuestros gestores. La mayoría de nuestros pacientes suelen aceptar adecuadamente nuestra labor docente, pero son los médicos residentes quienes mejor valoran nuestra dedicación en su formación.   8. ¿Qué características comparten los médicos que desarrollan actividad docente? La principal característica de los tutores es el compromiso con la formación, el compromiso con las personas, con la sociedad y con la propia especialidad de medicina familiar y comunitaria.   9. ¿Qué opina del proyecto de troncalidad? Creo que es un acierto, los médicos que empiezan parten de un conocimiento más holístico de la medicina.   10. Entrando en otro terreno, ¿qué libro está leyendo? ¿Lo recomendaría? No suelo leer un solo libro a la misma vez, en mi mesita hay un montón de libros a medio leer. Siempre tengo entre manos alguna revista médica,…Tengo recién empezado “El club de los optimistas incorregibles” y me acaban de regalar “36 cosas que hay que hacer para que una familia funcione bien” de Leopoldo Abadía.