¿Qué supone para la Sociedad recibir el Premio Hipócrates del Colegio de Médicos por su apoyo y contribución a la profesión médica?
Recibir el Premio Hipócrates del Colegio de Médicos de Murcia es, ante todo, un reconocimiento que pertenece a cada uno de los anestesistas que integran nuestra sociedad.
Más que a una institución, este galardón rinde homenaje a las personas que la conforman: un equipo de profesionales dedicados que, desde la discreción y la excelencia, trabajan cada día por la seguridad y el bienestar del paciente.
La anestesiología es una especialidad que, aunque a menudo pasa desapercibida, es esencial para el funcionamiento de un sistema sanitario moderno y seguro. En los quirófanos, en unidades de cuidados críticos quirúrgicos y en las unidades de dolor en nuestra labor puede parecer invisible, pero nunca es secundaria. Nuestra gran fortaleza reside precisamente en el trabajo en equipo, en la coordinación silenciosa con cirujanos, enfermería y otros especialistas, y en nuestra capacidad de tomar decisiones críticas con serenidad y rigor.
Este premio reconoce una forma de ejercer la medicina en la que el protagonismo se cede en favor de la responsabilidad compartida, del cuidado meticuloso y del compromiso ético. Para nosotros, representa un impulso para seguir defendiendo el valor de nuestra especialidad, y una oportunidad para poner en valor la contribución que la anestesiología hace a la medicina y a la vida de nuestros pacientes.
¿Qué es la Sociedad Murciana de Anestesiología?
La Sociedad Murciana de Anestesiología y Reanimación es una sociedad científica, integrada en la Sociedad Española de Anestesiología y Reanimación (SEDAR), de acuerdo a sus estatutos. Su función es la de representar a los anestesiólogos con ejercicio profesional en la Comunidad de Murcia independientemente de su ámbito laboral. La sociedad madre, la SEDAR, es un órgano científico y consultor que ofrece formación y defiende los intereses profesionales de nuestra especialidad.
La función de la Sociedad Murciana consiste en ejercer de puente entre la SEDAR y los anestesiólogos de la Comunidad, así como representar a nuestra especialidad ante los organismos oficiales e instituciones públicas o privadas.
No todos los anestesiólogos que ejercen la especialidad en la Comunidad pertenecen a la Sociedad. Estimamos que puede haber más de 600 anestesiólogos trabajando en nuestra región y aproximadamente el 50-60% pertenecen a la misma. El hecho de ser miembro o no es un acto voluntario. No se puede ser miembro de la sociedad murciana sin ser previamente socio de la SEDAR.
Anteriormente existía una sociedad que defendía los intereses de los anestesiólogos que ejercían en el ámbito privado, la SOMAR. Aprovechando, la existencia e infraestructura de la sociedad ya existente, se creó la sociedad Murciana de Anestesiología y Reanimación en el año 2000. El Dr. Antonio Carrasco fue su primer presidente electo. Permaneció en el cargo hasta el año 2011, año en el que fui elegido por los miembros de la sociedad como nuevo presidente.
La Sociedad en la Comunidad de Murcia ha colaborado y organizado actividades en colaboración con distintas áreas de interés de nuestros anestesiólogos. Nuestra sociedad no tiene la actividad que nos gustaría a todos, ya que existen comunidades con sociedades mucho más activas y participativas, al igual que más numerosas.
Esperamos que, en un futuro cercano, con nuevos integrantes más jóvenes y con ganas de crecer y organizar actividades, podamos igualarnos a las más activas.
El primer proyecto que tiene que acometer la sociedad es el cambio de Directiva. Las sociedades necesitan profesionales jóvenes y con ganas de crecer y hacer crecer a su sociedad con ellos.
Sin lugar a duda, el mayor hito de la Anestesiología en Murcia es el reconocimiento que hoy recibimos. Este premio representa la culminación de años de esfuerzo y dedicación, durante los cuales la especialidad no solo ha crecido en número de profesionales, sino también en competencias y responsabilidades.
¿Cuál es la realidad actual del especialista en esta rama en la Región de Murcia en recursos humanos y técnicos, formación, investigación, impacto de las nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial…?
En primer lugar, considero importante precisar la denominación de nuestra especialidad, ya que abarca ámbitos que trascienden el entorno quirúrgico. Uno de los pilares fundamentales de la Anestesiología es el tratamiento del dolor, tanto en su vertiente aguda como crónica. En este contexto, el anestesiólogo es el especialista con mayor formación y experiencia en el manejo del dolor, ya sea a través de abordajes farmacológicos no invasivos o mediante técnicas intervencionistas específicas.
Por tanto, nuestra especialidad debe entenderse en toda su amplitud: abarca la anestesia, la reanimación y el tratamiento del dolor, conformando un campo de conocimiento y práctica clínica esencial para la seguridad y el bienestar del paciente en múltiples fases del proceso asistencial.
La Región de Murcia, a pesar de su condición de comunidad uniprovincial, ha sabido posicionarse con firmeza en el panorama de la anestesiología tanto a nivel nacional como internacional. A lo largo de los años, nuestra comunidad ha sido cuna de profesionales que hoy son referentes en distintos ámbitos de la especialidad, lo que constituye un motivo legítimo de orgullo para todos los que formamos parte de este recorrido.
La consolidación de un modelo asistencial sólido ha sido posible gracias al compromiso de quienes lideran nuestros servicios de anestesiología. El adecuada ratio de especialistas en nuestros hospitales no es fruto del azar, sino del esfuerzo coordinado de equipos directivos que han sabido anticipar necesidades, planificar con criterio y atraer talento. Prueba de ello es la confianza que depositan año tras año los médicos internos residentes (MIR), que eligen tanto nuestra especialidad
como nuestros centros para iniciar su formación. Hoy en día es una de las especialidades más demandas.
Desde el punto de vista tecnológico, la Región de Murcia cuenta con quirófanos y dotación equiparables a los de los principales hospitales del país. La implementación progresiva de herramientas basadas en inteligencia artificial representa un horizonte prometedor, pero en anestesiología solo se implementa con un objetivo docente. Aunque su desarrollo aún se encuentra en fases incipientes, confiamos en estar entre los primeros en integrarlas plenamente en la práctica clínica cuando su uso se generalice.
No obstante, uno de los grandes retos sigue siendo la promoción y consolidación de la investigación. Esta asignatura pendiente, común a muchas disciplinas médicas en nuestro entorno, requiere un impulso sostenido. Aun así, la Región de Murcia cuenta con profesionales de reconocido prestigio que han contribuido de forma destacada al avance científico en el ámbito anestesiológico. Esperamos que las nuevas generaciones amplíen el trabajo realizado durante años.
Con humildad, pero con determinación, seguimos avanzando hacia una anestesiología murciana más moderna, competitiva y comprometida con la excelencia.
Este año se incorporan 15 residentes para su formación en esta especialidad en la Región de Murcia, ¿son plazas suficientes para cubrir las necesidades asistenciales?
La Anestesiología atraviesa, en estos momentos, una etapa especialmente favorable en términos de oportunidades laborales. Según estimaciones de la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR), se prevé que en un horizonte de 4 a 5 años se complete la dotación de especialistas en la mayoría de los hospitales del país.
En este contexto de expansión y consolidación, y ante la creciente complejidad y diversidad de las competencias propias de la especialidad, se ha propuesto a la Comisión Nacional de Especialidades la ampliación del programa formativo a cinco años. De aprobarse esta modificación, se calcula que (coincidiendo con su implantación) podríamos transitar de una situación de déficit estructural de profesionales a una de superávit controlado, permitiendo incluso asumir una eventual interrupción puntual en la incorporación de nuevos residentes sin comprometer la cobertura asistencial.
¿Qué consejos les daría la Sociedad que les representa?
Más que un consejo, me gustaría transmitirles una sincera enhorabuena. Han elegido una especialidad dinámica, versátil y en continua evolución. No se han equivocado. Estoy convencido de que la Anestesiología colmará sus expectativas y les brindará una carrera profesional estimulante, en la que podrán desarrollar sus capacidades al máximo.
Además, pueden tener la certeza de que cualquiera de nuestros hospitales les ofrecerá una formación rigurosa, completa y adaptada a los desafíos que plantea el ejercicio actual de la especialidad.
De sus conocimientos, competencias y pericia pueden depender los pacientes en un quirófano y salvan vidas en un instante… ¿qué debería conocer la población sobre el papel del especialista en Anestesia en la sociedad en general?
Como se ha mencionado previamente, la Anestesiología es, por naturaleza, una especialidad silenciosa. Ningún paciente acude al quirófano con el propósito de ser anestesiado, sino de ser intervenido quirúrgicamente. Los anestesiólogos asumimos con naturalidad este rol discreto, plenamente conscientes de que, en muchos casos, nuestra intervención representa un momento puntual dentro del complejo proceso asistencial del paciente (la cirugía, el posoperatorio inmediato y el tratamiento del dolor crónico).
Sin embargo, no por ello es menos relevante: la seguridad, el confort y la satisfacción de numerosos pacientes dependen directamente de nuestra actuación antes, durante y después del acto quirúrgico.
La Anestesiología no busca protagonismo. En nuestra esencia profesional está el trabajo en equipo y la colaboración constante con otras especialidades. Asumimos el éxito terapéutico como un logro compartido. No obstante, es fundamental que el paciente, y también el sistema sanitario en su conjunto, entienda con cuáles son nuestras competencias y la enorme responsabilidad que asumimos en términos de seguridad clínica.
Nuestra labor es esencial, aunque a menudo pase desapercibida. Y es precisamente en esa discreción donde reside uno de los mayores valores de nuestra especialidad.
¿Cuál es el mayor valor de la especialidad?
Uno de los mayores valores de nuestra especialidad es, sin duda, la versatilidad, estrechamente ligada a nuestra capacidad para trabajar en equipo. Esta combinación nos permite adaptarnos con eficacia a múltiples entornos clínicos, desde el quirófano hasta las unidades de críticos, el tratamiento del dolor o la medicina perioperatoria. Esta flexibilidad no solo enriquece nuestro perfil profesional, sino que también nos convierte en un pilar transversal del sistema sanitario.
Sin embargo, esa misma fortaleza puede convertirse, en determinadas circunstancias, en una de nuestras vulnerabilidades. El trabajo en equipo, que es intrínseco a nuestra práctica diaria, implica una interdependencia constante con otras especialidades. Dependemos de la coordinación, del entendimiento mutuo y del reconocimiento recíproco para que el engranaje asistencial funcione de forma fluida y eficaz.
Este modelo colaborativo, lejos de restarnos autonomía, resalta la madurez y la generosidad de nuestra especialidad, que asume con naturalidad que el éxito clínico es siempre un logro compartido. Aun así, es importante visibilizar el papel que desempeñamos, ya que sin nuestra participación muchas intervenciones no serían posibles o no alcanzarían los niveles de seguridad y calidad que hoy se consideran estándares imprescindibles.